Un día cualquiera te levantas miras a tu alrededor y hacia el pasado y te das cuenta de todo lo que has conseguido a lo largo de tu vida, de que aunque haya habido cosas malas, las buenas las superan con creces, que todo no ha sido un camino de rosas, pero si es verdad que has tenido personas a tu lado que han hecho de ese camino de espinas algo más sencillo de llevar. Todos nos ponemos límites, metas y retos que queremos superar y llevar a cabo en nuestra vida, poco a poco vas viendo, que eso que hace un tiempo pensabas que era algo imposible a día de hoy lo has conseguido y lo tienes contigo. La vida nos pone obstáculos y situaciones que tenemos que superar con o sin ayuda, porque si esta fuera perfecta no sería vida, seria aburrida. A veces miro atrás y pienso, antes no pensé en que conseguiría todo lo que he conseguido, superar operaciones que si me llegan a pasar antes no hubiera podido con ellas, estudios que aunque fueron complicados por las circunstancias las saque con nota, personas que creía que iban a ser pasajeras hoy por hoy están ahí conmigo, y otras que se fueron que han dado lugar a gente maravillosa que tengo a mi lado, sueños cumplidos, y los que quedan por cumplir porque nunca se deja de soñar por muy adultos que lleguemos a ser. A veces al mirar todo nos damos cuenta de que somos más fuertes de lo que nosotros mismos nos creíamos, porque aunque la gente te lo diga, hasta que no pasa y lo superas no te das ni cuenta. A día de hoy me siento positiva, pensando y creyéndome que todo lo que quiera lo voy a conseguir cueste lo que cueste, que nada ni nadie puede conmigo, que si me quieren ver caer, solo me van a ver saltar más y más alto, porque cada golpe a mi me hace más fuerte y cada caída más positiva.
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