sábado, 12 de diciembre de 2015

Un juego de niños.

Todo empezó como un juego de niños, éramos dos pimpollos que no sabíamos que nos depararía el futuro, aunque también es cierto que al mirarnos sabíamos perfectamente que el destino algo nos tenía preparado. Al principio todo era nuevo sobretodo para mi, sensaciones y sentimientos nuevos que jamás había experimentado antes, éramos dos pequeños vergonzosos cara a cara pero que todo cambiaba cuando había entre nosotros una pantalla, dejábamos de ser tímidos y pasábamos a hacernos bromas cada dos por tres. Al tiempo todo dejo de ser un juego de niños y se convirtió en una partida mucho más dura e importante, era la hora de darlo todo para conseguir el premio que nos esperaba al final. A lo largo del juego algo cambió, los sentimientos pasaron de ser de un par de días cuando solo nos veíamos a estar ahí día tras día a pesar de los kilómetros que nos separaban. Miradas de complicidad que pasaron a ser de necesidad, pero como en todas las partidas llegaron los obstáculos, algo que te hace retroceder de casillas y pasas de estar casi al final a estar casi al principio de nuevo, pero antes de rendirnos y dar la partida por perdida tuvimos que poner todas las cartas sobre la mesa, darlo todo y luchar hasta el final cueste lo que cueste. Es ahí cuando te das cuenta que lo que parecía imposible solo se convierte en algo un poco complicado, pero que tarde o temprano si no te rindes acabarás consiguiéndolo, y eso es justo lo que nos paso a nosotros,que todo empezó como un juego de dos niños pequeños y pasó a ser la partida más bonita y mejor jugada de nuestra vida, porque aunque había mas jugadores bastante fuertes a los que había que vencer, si te pones a pensar en la estrategia perfecta para acabar con ellos lo acabas haciendo. Ahora todo es mejor, solo jugamos tu y yo, porque aunque intenten meterse en esta partida otras personas esto ya solo es uno de esos juegos en los que solo pueden jugar dos personas. Todo lo que conseguimos lo hicimos juntos, porque a pesar de esa distancia que se interpone entre los dos, desde el minuto uno sabíamos que entre nosotros había algo más que una simple y bonita amistad. Por ello el lema que jamás me dejo de repetir es que si algo lo quieres de verdad luches cueste lo que cueste, no rendirse nunca aunque parezca lo mas difícil del mundo porque como muchos dicen, NADIE DIJO QUE FUERA FÁCIL. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario